Un buyer persona es, una representación imaginaria, de cómo sería, en caso de existir, nuestro cliente perfecto. Sencillo, ¿verdad?. Es fácil de decir, pero, lograr conseguir esto, lleva un gran trabajo detrás, y un fuerte conocimiento y estudio, tanto de las personas, que ya son clientes nuestros, como de todas aquellas, que pueden llegar a serlo.
Muchos me decís, sí, pero, mi caso es diferente, yo no tengo un único cliente ideal. A mí me compran muchos tipos de personas. Si te sientes identificado con esta afirmación, tranquilo. Tu caso no es diferente. De hecho, es de lo más habitual. Simplemente, tendrás que crear tantos buyer persona, como sean necesarios, segmentando a tus posibles compradores, y, comprobarás que al final, te saldrán unos pocos grupos .
Este trabajo, tenemos que hacerlo antes que cualquier otra cosa. Es fundamental perder el tiempo que sea necesario, definiendo los perfiles de nuestros compradores. De esta acción, va a depender, en gran medida, el éxito o fracaso de nuestras acciones.
Ahora que ya sabemos lo que es, y la importancia que tiene, nuestro siguiente objetivo, tiene que ser, el cómo conseguir hacerlo. Para ello, deberemos de ser, lo más meticulosos posible, intentando conocer, el mayor número de datos, de nuestros clientes potenciales.
Conociendo a nuestro Buyer persona.
¿Qué tenemos que saber, para crear al buyer persona perfecto? Cuánto más y mejor, conozcamos a nuestros clientes potenciales, más posibilidades tendremos , de ofrecerles productos y servicios, adecuados a las necesidades que demandan. Para ello, alguno de los puntos imprescindibles, que debemos saber, son :
Información demográfica.
Aquí nos vamos a centrar, en todos los datos referidos a su edad,la cual dividiremos en pequeños tramos, sexo,ciudad, pueblo o país en el que vive, además de su nivel de ingresos. Para datos como su edad, o nivel de renta, es importante definir, lo máximo posible, los mismos, no creando amplios intervalos, sino lo más reducidos posible. Algunas personas introducen aquí también, la situación personal, es decir, si el «buyer persona», está casado, soltero…, pero yo, prefiero meterlo, en otro apartado.
Situación personal y profesional.
¿Está soltero? ¿ Casado? ¿ Divorciado? ¿ Tiene hijos? ¿Vive con ellos? ¿ Vive con los hijos, de su actual pareja? Sobre su situación laboral, alguna de las preguntas que deberemos hacernos son, si tiene trabajo, desde cuando, si trabaja en el sector público o privado, si es asalariado o autónomo, si está fijo o temporal…
Intereses.
En este punto, podemos a su vez dividirlo, en intereses personales y profesionales. Conocer sus aficiones, qué hace en su tiempo libre, si le gusta estar solo o pasarlo con amigos… En cuanto a sus intereses profesionales, tendremos que saber, si sigue formándose, cómo se entera de las novedades de su ocupación, de que manera prefiere que contacten con él… Según sea el producto que ofrezcamos, teniendo en cuenta si está dirigido más, hacia un uso profesional, o como afición, le daremos un mayor peso, a una magnitud u a otra.
Una vez tengamos claros todos estos puntos, y algunos más, en la creación de nuestro buyer persona, nos ayudará , enormemente, la personalización del mismo, poniéndole un nombre al que añadir, todas las características resultantes, del estudio que hayamos hecho. El hecho de ponerle un nombre, nos ayudará, en cierta medida, a humanizarlo, haciéndolo más real.
Ni que decir tiene, que la creación de nuestro cliente ideal, no puede estar basada en creencias, sino que tendremos que aprovechar al máximo, todas las herramientas a nuestro alcance, basándonos en los datos, que ellas nos ofrezcan. En caso de que acabemos de empezar y no tengamos claro cómo es y se comporta nuestro cliente ideal, tendremos que realizar las investigaciones pertinentes que nos permitan averiguarlo.
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